domingo, 15 de abril de 2012

Práctica del pan

Objetivo:

Conocer las sustancias de las que se compone el pan tanto salado como dulce.

Antecedentes:

Los alimentos permiten regenerar los tejidos del cuerpo y le suministran energía.
Comprenden las sustancias que se han clasificado como glúsidos, grasas, proteínas, minerales y vitaminas.
El cuerpo humano está constituido únicamente de los elementos químicos que están contenidos en su alimentación.

Material:

1 Gradilla
1 vidrio de reloj
6 Tubos de ensaye

1 mechero de alcohol
Estufa a 90-95oC
Pinzas para tubo de ensaye
Balanza
3 pipetas
Pan salado
Pan dulce

Sustancias:

Agua destilada
Molibdato de amonio al 16%
Nitrato de plata 0.1 N
Ácido nítrico concentrado
Cloruro de bario 1 N
Reactivo de Fehlin A y B
Nitrato de amonio 1 N
Lugol
NaOh al 40 %
Hidróxido de amonio
Sulfato de cobre


Cristalizador

Procedimiento:

Parte A

1. Coloca en un tubo de ensaye un trozo de miga de pan.
2. Con las pinzas calienta en el tubo de ensaye en la llama del mechero.

Parte B

Presencia de sales en el pan

Cloruros.

1.    Introducir un trozo de pan en un tubo de ensaye

2.    Añadir agua destilada que sobre salga aproximadamente un cm. del trozo de pan.
Espera de 2 a 3 minutos, agita el tubo de ensaye, y a continuación añade gota a gota nitrato de plata.

Fosfatos.

1.    Introducir un trozo de miga en otro tubo de ensaye

2.    Añade agua destilada suficiente hasta que sobre salga del nivel de la miga.
Agitar el tubo de ensaye y añadir gota a gota una solución de cloruro de bario 1N.


1.    Poner  en un tubo de ensaye 1 mL de disolución de molibdato de amonio al 15%.

2.    Añadir  0.5 mL de HNO3 concentrado y 0.5 mL de agua destilada, agitar, esta mezcla constituye el reactivo específico del fósforo.

3.    Poner en otro tubo de ensaye un trozo de la miga de pan

4.    Añadir agua destilada hasta rebasar el nivel del pan (arriba de 2 cm).

5.    Añadir 5 gotas de la disolución de nitrato de amonio y posteriormente 1 mL del reactivo de fósforo preparado anteriormente.

6.  Colocar el tubo a un baño maría.

Parte C

Análisis de Glúcidos.
Azúcares
1.    Poner en un tubo de ensaye 1 mL de reactivo de Fehling A y añadir 1 mL de Fehling B
Introducir un trozo de miga de pan en el tubo y llevarlo al baño maría.
Almidón.
1.    Pon un trozo de pan en un tubo de ensaye y agrégale 10 mL de agua, caliéntalo a baño maría, cuando esté hirviendo, se verá una especie de engrudo, a contra luz se observará una difusión.
2.    En otro tubo prepara el reactivo de Fehling mezclando 2 mL de Fehling con 2 mL de Fehling B.
Toma en otro tubo 1 mL del contenido del primer tubo (con el engrudo) y agrégalo al tubo que  contiene el reactivo de Fehling, y agrégale de 3 a 4 gotas de lugol.
Análisis de Lípidos.
1.    Tomar un trozo de miga de pan y frotar con ella una hoja de papel blanco: no dejará residuos grasos, con lo que se comprueba la pequeñísima cantidad de estos compuestos en el pan.
 
Análisis de Prótidos

1.    Tomar un trozo de miga de pan como un puñado, amasarlo y apretarlo hasta conseguir una bola espesa.
2.    Sigue amasándolo debajo de un chorro de agua, poniéndolo debajo un cristalizador cubierto con una malla o gasa, sujeta al recipiente por una liga.
3.    Cuando no te quede miga en la mano, se apreciará en la tela o malla una sustancia grisácea, recógela con la espátula y haz con ella dos bolitas e introdúcelas cada una en un tubo de ensaye.
4.    En el primer tubo de ensaye añade 1 mL de ácido nítrico y calienta en baño maría. ¿qué observas?
5.    Retira el exceso de ácido (vacíalo a un vaso que contenga agua de cal) reteniendo la bolita con la varilla, y echa 1 mL de hidróxido de amonio concentrado. ¿qué observas?
En el segundo tubo de ensayo añade 1 mL de NaOH al 40% y 10 gotas de sulfato de cobre 0.1 M- Agita,

Obsevaciones: 

Parte A

--Pan salado: Hule mal, se carbonizó; aparecen gotas en el cuello del tubo. Gotas de mantequilla.
--Pan dulce: Sale un humo amarillento, hay caramelo, (azúcar derretida) en las paredes y el pan se carbonizó.

Parte B Presencia de sales.

Cloruros

--Pan salado: Sí hay cloruros.
--Pan dulce: Si hay cloruros.

Fosfatos:

--Pan salado: Si hay fosfatos.
--Pan dulce: No hay fosfatos.

Parte C 

Análisis de glúsidos
Azúcares

--Pan salado: Cambio de color. Fehlin (A y B), se hizo marrón.
--Pan dulce: No pasó nada.

Lípidos

--Pan salado: No dejó residuos grasos.
--Pan dulce: Si dejó residuos (mínimos).

sábado, 14 de abril de 2012

Falta de producción de laimetos contra la exploción demográfica


Falta de producción de alimentos contra la explosión demográfica

Producción de alimentos

Según las famosas predicciones de Malthus la población hambrienta debería ir aumentando en el mundo. Malthus pensaba que mientras la población crecería exponencialmente, los alimentos y los recursos aumentarían en mucha menor proporción y, por tanto, cada vez habría más diferencia entre la cantidad de alimento y la población.

La realidad de los últimos decenios, en los que se ha dado el mayor crecimiento demográfico de toda la historia humana, ha desmentido totalmente las previsiones de Malthus. La producción de alimentos está aumentando desde los años 1950, especialmente en los últimos 30 años, a un ritmo tan rápido que ha superado el crecimiento de la población. A comienzos del decenio de 1960 la producción mundial de alimentos para consumo humano era sólo de 2300 calorías por persona y día, cantidad que estaba distribuida de forma muy desigual. En 1994 había pasado a ser 2710 calorías por persona y día, suficientes para permitir la correcta nutrición de toda la población humana, aunque al persistir todavía graves problemas de distribución de hecho sigue habiendo muchos millones de personas que pasan hambre o están mal nutridas. Más de 800 millones de personas del mundo en desarrollo sufren de desnutrición crónica. Entre ellos, la falta de energía y proteínas esenciales resta fuerzas al cuerpo y a la mente, y disminuye la esperanza de vida de unos 200 millones de niños.



Alimentos agrícolas

Se calcula que unas 80 000 especies de plantas son comestibles, pero sólo usamos unas 100 de ellas que proporcionan alrededor del 90% del alimento que la humanidad consume, bien sea directamente, comidas por las personas, o indirectamente, sirviendo de alimento al ganado. De cuatro de ellas: trigo, arroz, maíz y patata obtenemos más de la mitad de los alimentos agrícolas que consume toda la población mundial.

La agricultura empezó hace unos 10 000 años, cuando los hombres comenzaron a cultivar plantas o a esparcir semillas de las plantas de las que obtenían alimento (cereales del tipo del trigo) alrededor de los lugares en los que vivían. Las prácticas agrícolas fueron muy importantes para el desarrollo de la sociedad humana. Obligaron a que el hombre, que hasta entonces había sido cazador y recolector, con una forma de vida nómada, pasara a vivir en lugares fijos y así comenzaron las primeras ciudades. Además, aumentó tanto el alimento disponible que se dio el primer gran crecimiento de la población humana.

En una sociedad agrícola, cada cultivador produce alimento suficiente no sólo para él mismo sino también para otras personas y esto hizo posible que algunas personas se puedan dedicar a las artes, la religión o el comercio y que la organización social se fuera haciendo más y más compleja. Con el paso de algunos milenios, hace unos 5000 a 6000 años, alrededor de ríos especialmente aptos para el cultivo, como el Nilo, Eufrates, Tigris, etc., se fueron desarrollando las primeras grandes civilizaciones en las que surgió la escritura y tuvieron un gran impulso las actividades culturales, científicas, comerciales, etc.. Se formaron los primeros imperios y el éxito de la agricultura fue tan claro que muy pocos grupos sociales han vuelto a las prácticas cazadoras o recolectoras una vez que han desarrollado la actividad agrícola.

La gran mayoría de las especies que cultivamos en la actualidad fueron domesticadas en los comienzos de la agricultura por nuestros remotos antepasados. Pocas especies nuevas se han añadido aunque los cambios en las plantas agrícolas sí han sido muy grandes. Por ejemplo las mazorcas de maíz que se han podido encontrar en los más antiguos yacimientos arqueológicos, tienen entre dos y tres centímetros de longitud. En la actualidad, después de un largo proceso de selección que lleva miles de años, usamos variedades de maíz con mazorcas más de diez veces más largas que las prehistóricas, de granos grandes y compactos y recubiertos por hojas que protegen los granos. Todavía existe en praderas altas de México la hierba salvaje de maíz de la que proceden las variedades que cultivamos en la actualidad, pero su aspecto es muy distinto al del maíz evolucionado. Sus granos no están todos apretados y protegidos, sino al revés, sueltos a lo largo de un tallo y sin cobertura de hojas.



Hasta hace un siglo la agricultura había ido sufriendo cambios poco a poco, pero se seguía trabajando de una forma tradicional que, en lo esencial, era muy parecida a la que se había venido empleando durante milenios. Algunas técnicas especialmente útiles, como el regadío, sabemos que se empleaban ya hace unos 5000 años

En el último siglo, y especialmente en los últimos 50 años, los avances tecnológicos, biológicos y químicos han supuesto un cambio enorme, una auténtica revolución.

Fuente:

http://www.tecnun.es/asignaturas/Ecologia/Hipertexto/06Recursos/110Producci.htm

Libro electrónico:

Ciencias de La Tierra y del Medio Ambiente

o   Universidad Nacional Autónoma de México

o   Colegio de Ciencias y Humanidades

o   Plantel Vallejo

o   Grupo: 208 - B

Equipo: 5

·        Cuevas Vázquez Carlos

·        Flores Irena Fernanda de Jesús

·        Palacios Domínguez Jazmín

·        Reyes Oliva Carlos Omar